La sirena peliverde había llegado al lago que se encontraba conectada con el mar, le había tocado buscar pistas o algo que se relacionara con la desaparición de su princesa en ese lugar, las aguas de allí eran muy sombrías y siendo ella un ser marino le fallaba la vista para poder dislumbrar claramente el mundo acuático del lago pero sabía que habían peces que habitaban allí que podrían ayudarla a guiarse.
-Qué extraño, el agua de aquí es muy turbia-decidió comunicarse con todo los peces y animales acuaticos del lago por medio de ondas marinas moviendo la boca pero sin hacer algún sonido alguno preguntando si sabían algo de la princesa Ceto ya que era una de las gobernadoras de los importantes reinos del mundo marino y pues no era de esperarse que todo ser acuático se enterara de lo que pasa en todo los mares del mundo. Espero la respuesta de sus compañeros acuáticos cerrando los ojos y concentrada profundamente a cualquier sonido vacío pero que mostrará expectación por parte de ellos-Ah! Gracias!-le habían informado algo importante, salió a la superficie nadando rapidamente y observaba seriamente los alrededores dificultandose un poco por la oscuridad de la noche.