Habia logrado escapar de las prisioneras paredes que la mantenian "cautiva" pudiendo llegar al jardin que con tanto recelo cuidaba, diversas flores, plantas y adornos habían en este. Yacia sentada en medio de este, en uno de los bancos, llevaba una sombrilla del mismo color celeste que su vestido, cubriendo su delicada piel de los fuertes pero calidos rayos que el sol soltaba, sin duda era un dia muy hermoso como para que lo pase dentro del castillo.
-Nee...cuanata quietud y calma...
Hablo dando un suspiro placentero, la tranquilidad del dia la tenia distraida, ignorando el hecho de que sus guardias la andarian buscando y que no tardarian mucho en llegar a ella. Pero eso ya no le importaba, el lugar, los exquisitos aromas la habian relajado tanto, hacia años que no lograba descansar un poco como mucho menos poder relajarse...