La miro.
En mi cara se veia preocupacion, y un poco sonrojado, tomo su mano con rapidez, la coloco en mi pecho.
Pues con usted aca ya nada debo temer, pues su belleza no deja lugar a ningun pesar.
Porfavor.
Hago una reverencia sacando mi sombrero de mi cabeza y cruzando mi mano en mi vientre, luego me vuelvo a levantar saco una rosa blanca y ofreciendosela a la hermosa dama.
Soy Tamaki Suou a su servicio.