En un enorme campo cubierto con diversas flores, en un lado varios arbustos de rosas eran admirados por una joven peliplata. La noche habia comenzado a hacerse notar, el cielo mostraba ya varias estrellas titilantes, un hermosa luna que alumbraba con una tenue luz, mas una brisa fría que pasada constantemente. Todo lucia con un tono algo lúgubre o, porque no, tetrico. La joven lucia majestuosa, casi como un espejismo, su blanquecina piel radiaba delicadamente mas sus delicadas y exquicitas prendas la hacian lucir como a una muñeca de porcelana.
-Que tranquilo que es este lugar....
Murmuro para si misma, dando un leve suspiro, comenzando a recorrer el lugar, tantas flores que alli había, tan hermosas, tan delicadas pero fuertes a su vez. Su delicada piel podia sentir como el frío rocío comenzaba a caer, mojando y enfriando todo el lugar.